El ajedrez carteano

Siempre dicen que la política tiene mucho del juego de ajedrez, sobre todo por la estrategia que hay que desplegar y en la que cada jugador debe anticipar los movimientos del otro y programar los propios con varias jugadas de antelación. También en sus figuras, desde el peón al rey.

Parangonando este juego con el nuevo gobierno podemos entrever que a Cartes no le espera un partido, le espera una simultánea, ya que hay varios grupos decididos a hacerle oposición. Por empezar la gente de su propio partido, que amenaza con hacerle la vida imposible si no acomoda en relevantes puestos a unos cuantos de sus miembros.

También están, como es lógico, los liberales, principal y eterno partido opositor, primos hermanos de los colorados, y con sus mismas mañas; mejor dicho, ellos son los que les enseñaron las mañas a los colorados. La diferencia básica entre estos solo radica en que tienen un poco menos de pelo; y ellos también reclaman lo mismo que sus primos, eso sí con un poco más de clase, un poco nomás. No importa que Cartes prometa un gobierno profundamente liberal, porque los dirigentes liberales son los oficialmente autorizados para decir quién es auténticamente liberal.

Y por supuesto la izquierda vernácula, que ya era opositora a Cartes antes que este ni siquiera fuera candidato. Son los pioneros de la oposición; ellos, los incomprendidos de la ley, los románticos, los que revolución y hambruna mediante lograrán crear un nuevo mundo donde no va a haber ni pobres ni ricos, ni buenos ni malos, su utopía es tan ambiciosa que capaz ya no sean necesarios los seres humanos en la tierra cuando logren concretar su sueño.

Por lo pronto ya el EPP le dio la bienvenida al nuevo mandatario con el asesinato de cuatro personas.

Bien, hasta acá vemos tres tipos de jugadores, y si los comparamos con piezas del ajedrez serían las torres o los peones, que avanzan de frente, rivales frontales; pero en el juego también están los que avanzan en diagonal y saltan de costado. Estos son los más peligrosos; mientras uno se cuida del que tiene enfrente, viene uno, que estaba agazapado tras un peón, en diagonal o te salta encima como un caballo y te sorprende; de estos son de los que más va a tener que cuidarse. En política está visto que nada es lo que parece.

Ante el llamamiento de unidad de todos los paraguayos que realizó el Primer Mandatario en su discurso de asunción, como podemos apreciar algo se está dando, porque ellos, los “representantes del pueblo”, liberales, colorados y utópicos-románticos caviaristas, se están uniendo; lo malo es que es en su contra, una especie de unión a lo gua’i.

Para finalizar esta analogía ajedrecística, se puede decir que Cartes juega con las blancas, comenzó un juego con menos jugadores que su rival, ni siquiera tiene reina. Por ahora la ventaja es la hinchada, que está a su favor. Sin dudas, deberá rápidamente lograr equilibrar el tablero, si no va a pasar lo que pasa siempre, terminan ganando las negras.

 

21-8-2013

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