LA PRENSA NO ES EL CUARTO PODER, ES EL PODER
“Tan hábil fue la mistificación, que algunos emigrados se alistaron
en las filas libertadoras, convencidos de que no iban contra la patria, sino
contra un gobierno que detestaban. Así nació la famosa Legión Paraguaya...”.
Juan E. O’Leary
Jean-François Revel, "El conocimiento inútil”.
“La opinión pública está influida por los medios de comunicación y los medios están en manos de quienes mandan y los que mandan favorecen a los que dicen lo que a ellos les conviene y borran todo lo que no les conviene. Así que la opinión pública es, sobre todo, opinión mediática”.
José Luis Sampedro
De prosperar el juicio político al actual presidente, no
sería la primera vez que destituyen un gobierno antes de cumplir su mandato,
con engaños a la población. Los más fáciles de recordar son los dos últimos
Grau y Lugo, destituidos vía juicio político, correctos en la forma pero carentes
de argumentos constitucionales para llevarlos adelante.
Pero para los que conocen un poco de historia recodarán que hubo
otro que echaron también con engaños. Me refiero al gobierno del coronel Rafael
Franco, que sin bien fue de facto, tiene su justificación en que llegó producto
de una revuelta realmente popular y ampliamente justificada, en que defenestraron
a un gobernante perteneciente a un partido que llevaba más de tres décadas consecutivas
en el poder, un régimen seudodemocrático, donde no existían candidatos de partidos
opositores, donde elegían a su candidato entre un selecto grupo en un selecto
club; bien, mucho hay para contar de aquellos tiempos; lo cierto es que en
febrero de 1936, posguerra, la oficialidad y civilidad se aglutinó tras una
figura, el coronel Rafael Franco, héroe de guerra y persona de conducta
intachable, para sacarse de encima al anquilosado y corrompido partido.
Es así que, por abrumadora mayoría, a Franco lo obligaron a
sentarse en el sillón presidencial, y este, al no tener más remedio que aceptar
el cargo, siendo una persona de carácter ejecutiva como era, llevó adelante una
gestión que atacó en todos los frentes las necesidades de la población y
República: irreductible posición en defensa de los límites que nos
correspondían en el Chaco por derecho y sangre; una reforma agraria que hizo
propietarias a más de diez mil familias a la vez que solucionó viejos problemas
de colonias que estaban en manos de señores feudales, comprándoselas y otorgándoselas
en propiedad a sus verdaderos ocupantes; la defensa de los nativos, la salud
con la creación de hospitales, los derechos de los trabajadores, etc. Y podemos
decir con absoluta certeza que nunca el país, la nación paraguaya, después de
1870 hasta ese momento tuvo un gobernante tan capaz y honesto (podemos transar solo
con el Dr. Eligio Ayala); tanto que dejó en las arcas del Estado paraguayo
mucho más respaldo monetario que el que tenía antes de empezar la contienda
chaqueña en 1932, en solo un año y seis meses, que los otros tardaron tres
décadas.
Sin embargo, fue defenestrado a los dieciocho meses de
asumido. ¿Y cómo fue posible hacerlo y la población no defendiera a ese
gobierno tan brillante? Bien, las mentiras, el engaño estuvieron a la orden del
día. Los viejos políticos, una minoría experta en manipulación, no cejó un
segundo en acusar a aquel gobierno de los disparates más absurdos vía prensa interna y externa, la idea era
desestabilizar y sobre todo NO PERMITIR LA VUELTA A LA NORMALIDAD DEMOCRÁTICA;
que no se pudieran llevar a cabo elecciones libres, en las cuales podrían
participar todos los partidos, hasta ese momento el Colorado, el Liberal y la
nueva Agrupación Nacional Revolucionaria, liderada esta por la Asociación de Ex
Combatientes, la ANEC. Por primera vez el Paraguay, en el siglo XX, iba a tener
elecciones democráticas y un gobierno surgido de la voluntad popular, esto la
clase política paraguaya no permitió.
Los ataques fueron in crescendo,
una de las mentiras más grandes fue engañar al pueblo diciendo que el Acuerdo
del 9 de enero de 1937 era entregar territorio a los bolivianos, luego el desacreditar
permanentemente a los ministros, hasta repartieron volantes desde aviones,
impresos en Buenos Aires, donde mostraban falsamente una parte del territorio
que el gobierno pretendía entregar. Bien, la hago corta, la traición prendió en
las filas del Ejército, y es así que una mañana del 13 de agosto de 1937 es
derrocado el gobierno, puesto preso el presidente y los ministros, varios de
ellos tuvieron que esconderse porque los buscaban para matarlos.
Así una turba, enardecida, recorría calles y casas en busca
de “franquistas”.
Aquel derrocamiento fue un triunfo, sí, fue el triunfo de
los señores feudales, de los comerciantes contrabandistas, de los usureros y
especuladores, y de los más grandes corruptos que tenía entonces el Paraguay, y
de una minoría de minorías, el Partido Comunista Paraguayo que apoyó aquel
golpe y apoyó luego futuras dictaduras; y aquellos llamaron al gobernante caído
ladrón y dictador, ¡qué ironía!
Como es fácil de ver y apreciar en el tiempo, aquel triunfo no
fue un triunfo del campesinado, del obrero, del estudiante o del profesional.
Hay crónicas de la época que refiere el Dr. Juan Stefanich en varias de sus
obras, que realmente dan pena y rabia ver la forma que se manejaron y
traicionaron los intereses de la Patria, de la República. Porque luego estos
mismos actores, en menos de un año, julio de 1938, SON LOS ENTREGADORES DEL
CHACO, de una riquísima porción de suelo reconquistado a sangre y fuego, de un
territorio, miles y miles de kilómetros cuadrados, donde estaban enterrados miles de paraguayos; y esa entrega la cocinaron,
como era su costumbre, entre medianoche y gallos, una madrugada del 9 de julio de
1938, en una sesión secretísima, que años después se descubrió gracias a una
investigación del historiador Arturo Rahi. La gran mentira, el gran engaño,
quedó al descubierto, pero ya era tarde.
Pero si aquel engaño para derrocar un gobierno decente parece
enorme, resulta pequeño frente al que los ascendientes de estos bastardos
hicieron al formar una legión y apoyar ejércitos extranjeros para apoderarse de
la Nación y cercenar su territorio, porque aquella gran guerra no fue más que
eso, simplemente otro golpe de estado, el derrocamiento de un gobierno que
tenía el mayor respaldo popular, un gobierno auténticamente defensor de los
derechos de sus ciudadanos y su soberanía, si no no se explica que
prácticamente toda la población se inmolara en su defensa.
Claro, como los golpistas no tenían fuerza interna para
llevar adelante sus deseos, apoderarse del Paraguay, entonces no
titubearon en apoyar los espurios reclamos del emperador brasileño y del gobierno
argentino, no sin antes llevar adelante una profusa campaña de mentiras de
manera de preparar y concientizar a la población que había que liberar al
Paraguay de su “dictadura”, y muchos cayeron en el engaño, miles; pero resulta
que los dictadores eran ellos, ladrones y traidores de la primera hora, que acompañaron
la masacre de la población, niños, ancianos, mujeres. Y todo esto por qué lo
hicieron, ¿por patriotas? Seguro que no, esta palabra les repele.
Y hoy el Paraguay se encuentra frente a otra disyuntiva, frente
a otra posible interrupción democrática; porque gran parte de la ciudadanía está
reclamando un juicio político, azuzada por una prensa que a todas luces es
parcial e informa engañosamente; por una prensa que tiene, en poderosos
empresarios, sus intereses económicos y se ve que son contrarios a los del actual
gobierno, una prensa que al igual que la prensa mitrista o la del imperio
lusitano, un tipo de prensa que se instaló en el Paraguay posguerra al servicio
de intereses propios y de corporaciones extranjeras, nunca al servicio del
ciudadano o lector, ese tipo de prensa impulsa y fogonea a la población para
que tome partido, población que cada día se enardece más y cuando se está
enardecido sabemos que difícilmente se pueda ver claro, solo se quiere sangre, “justicia”,
y que se haga su voluntad. Pero claro, luego, después que se hizo su voluntad, muchos
se darán cuenta de su error y se arrepentirán. Pero a no preocuparse, porque rápidamente
esa misma prensa hará que todos se olviden, y velará por la salud mental de la
población ocupando las mentes con frivolidades, de manera que la próxima joven generación
o la que sigue pueda caer nuevamente en el engaño.
Para finalizar aclaro, para las mentes de solo dos neuronas, me importa un bledo si el que está al frente del gobierno es un presidente del partido Colorado, Liberal o una Alianza, lo que me importa es que cualquiera que esté al frente, no importa el signo, termine su mandato; y que el que continúe sea elegido democráticamente, porque eso hace al crecimiento de un país.
Para finalizar aclaro, para las mentes de solo dos neuronas, me importa un bledo si el que está al frente del gobierno es un presidente del partido Colorado, Liberal o una Alianza, lo que me importa es que cualquiera que esté al frente, no importa el signo, termine su mandato; y que el que continúe sea elegido democráticamente, porque eso hace al crecimiento de un país.
Comentarios