La libertad de Ingrid Betancourt y los logros de las FARC

Ayer, mientras miraba y me emocionaba con las imágenes de Ingrid Betancourt en libertad, viéndola agradecer a Dios, contar cómo había sido su último día de calvario, que se despertó a las 4 AM y rezó el Rosario y ni se imaginaba estar horas después libre, junto a su familia; mientras relataba algunos detalles de su cautiverio y de su liberación, me preguntaba lo siguiente: ¿qué lograron las FARC con el secuestro de esta mujer? Entonces algunas respuestas surgieron en mi mente.
Lograron fortalecer su fe en Dios; si antes era creyente, estos más de seis años se puede decir que estuvo encadenada a una fragua que templó sus creencias, fragua alimentada por las oraciones de cientos de miles de personas, que desde los más lejanos rincones del planeta pedían por su liberación y la de cientos de secuestrados, fragua alimentada por la solidaridad y el amor de sus compañeros de infortunio, fragua alimentada por el miedo, el dolor, la enfermedad, el hambre, el sufrimiento de su familia. Seis años duró la Pasión de Ingrid Betancourt, que ayer culminó y la vimos más fuerte, más entera y más serena con toda seguridad que antes de su secuestro.
Lograron que no perdiera el brillo de sus ojos, que no perdiera su sonrisa; esa mujer ayer liberada, con sus palabras transmitía paz interior, transmitía fortaleza de espíritu; transmitía sabiduría, y al igual que nuestro señor Jesucristo que desde la cruz perdonó a sus verdugos, ella también perdonó a sus captores y sintió lástima por ellos, pero no una lástima de desprecio sino de compasión; porque ellos fueron parte de su Pasión; la peor parte, la parte que necesita que más se rece por ellos.
Lograron sensibilizar a la opinión pública mundial al conocer la inhumanidad del proceder del terrorismo.
Lograron que las organizaciones de derechos humanos quedaran al descubierto como facciones políticas que con su silencio amparan el terrorismo, ya que jamás reclamaron por la liberación de los secuestrados ni condenaron esta aberrante metodología.
Lograron el repudio generalizado, mundial, hacia la organización terrorista que ya no tiene y nunca tuvo razón de ser.
Lograron que el pueblo colombiano se uniera y apoyara la figura del presidente Uribe, reeligiéndolo, lo que permitió una continuidad en la lucha política y militar contra los terroristas, con logros como el de ayer que dejaron en ridículo ante el mundo a los mesías del terror y del odio.
Lograron que la gente entienda que el único camino posible para vivir en paz es el camino de la democracia, el camino de las instituciones, el camino de la libertad de expresión.
Lograron que muchos compañeros de ruta o simpatizantes de los terroristas abrieran los ojos y se dieran cuenta de la barbaridad que estaban cometiendo y la sinrazón de sus actos, abandonando las armas y el infierno en que fue transformada la selva colombiana.
Cuando nos quieren hacer creer que todo está perdido, no es así. La esperanza, lo último que quedó en la mítica Caja de Pandora, está con nosotros.