Sainete kriollo de una noche de invierno que parece de verano
Néstor
y Cristina
Escenario:
un televisor, una mesa ratona, un mueble con un tocadiscos, una mesita con un
teléfono y un sofá doble. Mientras está la voz en off, en una semipenumbra, se
van acomodando los muebles.
Voz
en off: Ahora van a ver y escuchar los imaginarios entretelones de la paqueta
velada que vivieron Néstor y Cristina, noche y madrugada, mientras seguían, por
televisión, el histórico debate que protagonizaron los senadores durante las
jornadas del 16 y 17 de julio de 2008, llevadas a cabo en el Congreso de Buenos
Aires. El público, en general, estaba obnubilado por las palabras de unos y
otros, a la vez que lo que más le maravillaba, consultas mediante después nos
enteramos, no eran tanto las palabras que vertían los legisladores; lo que en
realidad les maravillaba era que (remarcando estas palabras) ¡los veían
trabajar¡ Por otra parte, el autor sugirió para representar a los dos
personajes que integran esta obra, en el papel de Néstor a Tristán (comentario
del que lee como saliéndose del libreto), esto se cae de maduro, no me
malinterpreten, no me refiero al actor, sino porque este da el perfecto phisic
du rol (volviendo al tono normal) y en el papel de Cristina a la talentosísima
actriz Diana Maggi, quien debería estar un poco maquillada para aparentar un
par de años menos y así dar el perfil correspondiente. Lamentablemente no fue
posible lograr que ambos actores representen a los personajes de esta obra
debido a los múltiples y caros compromisos de ambos, pero ya habrá alguna
oportunidad. Pero en fin, y ansiosos como veo que están de ver la obra que han
dado en llamar “Sainete kriollo de una noche de invierno que parece de verano”,
ya no los distraigo más y quedan con ustedes los actores, que conseguimos…
(Sigue hablando a una persona imaginaria) Ché acá está mal escrito criollo, la
pusieron con k… Ah, que está bien, es por… sory.
Misma
voz en off después de una pausa pero en otro tono, con la luz encendida y el
actor en escena: “Ya han pasado más de ocho horas de comenzada la sesión y la
pareja terminó de cenar”.
NESTOR
– (Sentado, solo, en el sofá mirando el televisor, vestido con pijama, el saco,
que tiene un escudo de Racing, debe estar siempre abierto, abajo una camisilla,
pantuflas. El actor habla permanentemente arrastrando la s con la h.)
Cristinita, dejá de limpiar los platos y vení que va hablar uno de los
nuestros…
CRISTINA
– (En off) Ya termino viejo, me pongo el antiage y estoy con vos.
NESTOR
– (Suena el teléfono y se levanta para atender de mala gana) Justo ahora
llaman. Shhíí, quién habla… (Cuando se da cuenta quién es se pone contento)
¡Luisito querido!, recién te vi en la tele… ¡qué pinta con esa camisa negra
Luigi!... Sí, ya sé que es la que yo te regalé… Decile a los boys, que cuando
se termine todo que se vengan para acá, vamos a festejar a lo grande… ya hice
instalar el caño en la piecita del fondo… Gracias Luigi, yo también les mando
saludos… Shíi, ya sé que los querés matar, que los odiás a todos…
tranquilizate… más adelante Luigi; mientras tanto, si querés te hacés la
catarsis con alguna comisaría… sí… dale… otra vez ésa… la de los bosteros…
Bueno… ahora le digo… sí… yo también te quiero mucho… Un beso… y, como siempre
te digo Luigi, ¡mantené el perfil bajo y palo y a la bolsa!
CRISTINA
– (En off) ¿Quién era viejo?
NESTOR
– (Mientras vuelve a sentarse) Era Luisito, dice que te quedés tranquila que
tiene todo bajo control… te manda un beso… Vieja… le dije que después venga a
festejar con los chicos…
CRISTINA
– (En off) Ay Nestito, qué suerte que conseguimos a este muchacho… es tan
bueno… tan trabajador… tan sensible… es un gran colaboracionista… pensar que
algunos periodistas son tan injustos con él…
NESTOR
– (Vuelve a sonar el teléfono, se levanta para atender fastidioso) Otra vez,
ahora quién será el que jode… Shíii, aló… Quién habla… No, ella está ocupada en
este momento… Pero quién habla… (le cuelgan del otro lado) Holaa, holaaaa…
CRISTINA
– (En off) ¿Quién llamó viejo?
NESTOR
– (Duda) Era… equivocado vieja… (mientras se vuelve a sentar, siempre mirando
el televisor, dice por lo bajo) Debe ser… no, ese no, tal vez… (a Cristina)
¡Dale, vieja, apurate que te lo vas a perder a… (por lo bajo) Y no habrá sido
este que está hablando, no, no puede ser; cómo va a llamar si está hablando. A
ver si alguno salió del recinto…
Entra
Cristina, con bata, pantuflas, pelo recogido y una máscara facial color verde.
NESTOR – (Néstor se da vuelta y la mira y grita) ¡Ahhh!... Sos vos, ¡qué susto!
CRISTINA
– (Se para detrás del sofá y ambos miran la televisión) Y Nesti, ¿cómo van los
votos?
NESTOR
– Quedate tranquila Cristinita, lo tengo todo controlado. Ya lo convencí al
Saadi y Rashed está con nosotros desde el vamos… a muerte está… ya los tenemos
Cris… ¡Los voy a poner de rodillas, los voy a poner!
Bajan
las luces. Rápida transición
Ya
han pasado más de 12 horas desde el inicio.
NESTOR
– (Sentado en el sofá, solo, mirando la televisión le grita a Cristina) ¡Vieja,
me entró hambre, me preparás un sanguchito!
CRISTINA
– (En off) ¡Ya va viejo, de qué lo querés!
NESTOR
– Ponele queso, mortadela, tomate, mayonesa de un lado y mostaza del otro, ah…
en el medio ketchup, y unos piklesh no le vendrían mal… Cristi, me quedó un
restito en el tetra; con soda plis…
CRISTINA
– (En off) Ay viejo, te diste cuenta, pronunciaste bien la palabra soda.
NESTOR
– Shíí, siempre la pronuncio bien… Debe ser porque tiene gas… (se ríe de su
chiste) Ji ji ji… (Sigue mirando la televisión, comienza a ponerse nervioso) Y
este Rashed, dónde está… Miralo a Carlos qué viejo que está, ¿y qué está
haciendo acá, y por qué va hablar?… (se levanta enojado va al teléfono y llama)
Hola, shííí… ya sabés quién soy no… Bueno, mirá, ahora mismo entrás al recinto
y me lo sacás al viejito ese que está hablando… Cómo que no podés sacarlo…
entonces vas y de pasada le tiras el micrófono y como en un descuido se lo
pisás… Que no vas a hacer eso porque vos sos mene qué… ¡Pero sabés con quién
estás hablando!… ¡Decime ya mismo tu nombre!… (le cortan) ¡Holaa!… ¡holaaa!…
Entra
Cristina con un enorme sándwich en una bandeja y con un vaso de vino, mismo
look anterior pero con máscara facial roja.
NESTOR
– (Cuelga el teléfono, se da vuelta y la encuentra de golpe, se asusta de
nuevo) ¡Ahhhh!... Por favor Cristi… y esa pintura roja…
CRISTINA
– No es pintura, es una nueva máscara antiage, lo último de lo último… está
hecha con nanotecnología… Me la regaló el Hugo… cuando estuve allá… (le pone la
bandeja en la mesita que está frente al televisor) Y Nestito, ¿cómo vamos con
los votos?…
NESTOR
– Ya te dije Cristi, quedate tranquila… Estamos ga-nan-do… (ya sentado y con el
sándwich en la mano, piensa y murmura en voz baja) Y no habrá sido ese Hugo el
que llamó antes y me cortó…
CRISTINA
– (Parada atrás del sofá mirando la televisión) Y ése que habla, ¿quién es? A
ver, me parece conocido, ¿no es un amigo tuyo…?
NESTOR
– (Haciéndose el tonto) ¡Nooo!, yo a ése ni lo conozco… Recién llamé para que
me digan quién es… y me dijeron que tampoco lo conocen…
CRISTINA
– Pero si abajo está el nombre, a ver… (busca los anteojos dentro de la bata y
antes de que Cristina se los ponga, Néstor, que tiene el control en la mano,
hace zapping y cambia al canal Animal Planet) Pero, ¿qué pasó?…
NESTOR
– (Haciéndose el tonto) Qué Cristi… decías… (mira la televisión y dice) Nos
cambiaron el canal… Sabotaje… ¡Golpistasss!...
CRISTINA
– No importa viejo… ¡mirá qué lindos animalitos!… qué simpáticos… (con voz de
nena caprichosa le dice) Dale Nestito, quiero uno de esos…
NESTOR
– Decime Cristi, ¿para qué vamos a traer uno de esos si estamos llenos de ciervos en el sur…
Bajan
las luces. Rápida transición.
A la
hora de la votación.
NESTOR
– (Sigue sentado frente al televisor) Dale Cristi, vení que Pichetín está por
terminar y van a votar…
CRISTINA
– (Entra a paso ligero, con bata, pantuflas pero sin maquillaje, a cara lavada)
Ya viejo…, qué emoción Nestito… ¿Seguro que ganamos, no?
NESTOR
– (Responde que sí pero inseguro) Esteee, shíí Cristi… ya te dije… (Cambia y se
entusiasma) ¡Qué grande Pichetin! Cómo defiende nuestros intereses… digo, los
intereses de la patria… Hoy está inspirado, fijate Cris qué elocuencia… qué
mirada, se los mete a todos en el bolsillo… ¡Bravo Piche! Con este discurso no
podemos perder Cris… Ahora van a votar… (Hace un gesto con la mano como un
chas-chas mientras le habla al televisor) ¡No saben la que les espera!...
Pausa. Los dos, ansiosos, esperan el resultado de la primera votación.
CRISTINA – (Busca los anteojos y mientras se los pone) Hay viejo, qué nervios, ya están votando… ¿por cuántos votos ganaremos?…
NESTOR
– (Eufórico) A ver ya está… ya ganamos… ¡36 a 36!… (Sorprendido)
¡Cómo!...
CRISTINA
– ¡¿Empate Nestito?!…
NESTOR
– No puede ser, la máquina anda mal… alguno se equivocó… debe ser un problema
técnico…
CRISTINA
– Poné más fuerte, que no escucho lo que dice “ése”…
NESTOR
– Tranquila Cristinita, “ése” es un cero a la izquierda, está solo para tocar
la campanilla… (Empieza a hablarle a la televisión) Pero pibe, qué tenes que
hablar tanto, si vos en este asunto no cortás ni pinchás; pará de una vez… Uy
madre mía qué aburrido, y justo ahora se le ocurre contar la historia de su
vida… Y el Guille dónde está que no lo hace callar… (Ahora le grita al
televisor) ¡Pará te digo! ¡Basta! ¡Vos no existís!... ¡Bien… por fin terminaste
viejo! Cris… ahora votan de nuevo y ya está… “Ése” seguro que habló tanto para
que no se den cuenta de la falla del sistema y darle tiempo a los técnicos para
que lo arreglen… Te dije, es un problema técnico…
Pausa. Silencio por unos instantes de ambos.
CRISTINA – Otra vez igual… Empate… No me digas que dependemos de “ése”…
NESTOR
– Tranquila Cristinita, que no nos va a votar en contra, yo sé lo que te digo…
CRISTINA
– Ay… no… no puede ser… perdimos Nestito, ¡“ése”, nos votó en contra!…
NESTOR
– ¡Qué hijo de…! ¡Traidor! Si ya lo decía yo… Esa cara no me gustaba nada… ¡Te
dije!, ¡para qué lo elegiste de compañero de fórmula!…
CRISTINA
– ¡Pero si el que lo eligió fuiste vos!… Me acuerdo bien. Dijiste: “dale,
elijamos a ‘ése’, mirá la cara de dolobu que tiene”… Y yo te pregunté: ¿estás
seguro? ¡Sííííí!, me dijiste ¡Clarito me acuerdo!…
NESTOR
– (Con voz suave la mira a la cara y le pregunta) Cristi, ¿otra ves te pusiste
la máscara verde?… (Una luz verde le va iluminando el rostro a Cristina)
CRISTINA
– (Gritando) ¡Qué máscara ni qué máscara! ¡Esta es mi cara!
NESTOR
– (Tratando de calmarla la sienta en el sofá) Tranquilizate Cristi, que parecés
el “increíble Hulk” con ese color… A ver… respirá hondo… así, despacito… ves ya
te está volviendo el color…
CRISTINA
– (Más calmada) Y ahora Nestito, ¿qué hacemos?
NESTOR
– Tranquila Cris, dejame pensar un momento… enseguida se me va a ocurrir algo…
(empieza a caminar dando vueltas como forzando que le salga una idea mientras
le dice) Dale poneme una música que eso me relaja y me ayuda a pensar.
Mientras
Néstor camina hablando en voz baja y gesticulando, Cristina va al tocadiscos y
busca entre varios long-play, elige uno y le dice:
CRISTINA – ¿Te pongo algo de Yupanqui?…
NESTOR
– ¡Nada de folklore Cris! ¡Por favor! ¡Cómo se te ocurre!
CRISTINA
– Disculpame Nesti, no me di cuenta. ¿Y no querés escuchar un tanguito?, acá
tengo uno de Floreal Ruiz.
NESTOR
– ¡Shííí!..., me encanta Floreal… (Cristina coloca el disco y empieza a sonar
el tango “La Pastora” e inmediatamente Néstor se detiene y le grita) ¡Pará!…
¡Inconciente!... Sacá eso… Querés que me dé un infarto… Me querés volver loco
Cris… ¡Cómo me lo ponés a Alfredo DE ANGELIS!…
CRISTINA
– (Va rápido a cambiar el disco y le dice) Perdoname Nesti, no me di cuenta… ¿Y
ahora qué pongo?
NESTOR
– No corramos más riesgos, poné música clásica… me encanta la música clásica…
(Sigue caminando, hace gestos y habla solo)
CRISTINA
– (Busca un momento entre los discos y por fin encuentra uno) Mirá, tenemos
uno, ya lo pongo… (Empieza a sonar un tema clásico)
NESTOR
– Ese está bien… qué hermoso… ¿cómo se llama?
CRISTINA
– (Mirando la tapa del disco) Está en francés… acá dice “Le Gladiateur”.
(Traduce con dificultad) Que quiere decir… me parece… El Gladiador…
NESTOR
– Bien Cristi… se ve que el viaje a París te fue útil… Y así me siento yo, ¡un
gladiador! ¡un quijote! ¡Un Patoruzú!… Este disco me va a inspirar… ¿Y quién es
el autor?
CRISTINA
– (Mira de nuevo y antes de decirle el nombre se pone nerviosa y duda) Esteee…
esss…
NESTOR
– Dale Cris, decilo… me encanta cuando hablás en francés... me hacés sentir
como un Loco Adam…
CRISTINA
– (Con temor) …Claude...
NESTOR
– (No lo reconoce) Claude, Claude... ¿Claude qué?…
CRISTINA
– (Con miedo pronuncia el nombre cortado) DE-BUSSY …
NESTOR
– (Con bronca) ¡No puede ser!… esto es un complot… Se han infiltrado hasta en
mis discos… ¡Golpistasss!... ¡Sacá inmediatamente eso y apagá esa porquería!
¡Silencio, necesito silencio!… (Sigue dando vueltas, de pronto se para y dice
entusiasmado) ¡Ya está…! ¡Veo la luzzz! ¡He visto la señal! Lo tengo todo
solucionado Cris…
CRISTINA
– Viejo, sos un genio… dale contame…
NESTOR
– Lo primero es repatriar los fondos de… (le habla al oído, no se escucha nada)
…ya sabés, hay que traerlos lo más rápido posible.
CRISTINA
– (Entusiasmada) ¡Bien Nesti!, ¡era hora!… Ya veo al pueblo aclamándote… ¿y
después?…
NESTOR
– Está clarito, ¡vi la señal Cris!
CRISTINA
– ¿Qué señal?
NESTOR
– Decime, la resolución que acaban de votar en contra es la número 125, ¿no? Y
decime, ¿cuánto tardaron en voltearla? (La mira como esperando una respuesta.
La otra lo mira y no entiende, breve intercambio de miradas con gestos de ella
que no entiende y el otro canchero, al final le exclama) ¡125 días Cris!… ¡125
dìas!....
CRISTINA
– (Con gesto de no entender nada) ¿Y?…
NESTOR
– (Exultante) Está clarito Cris, el 125 es el número y mañana ponemos toda la
teca de los fondos al 125 a la cabeza… al derecho, al reves, de costado… en todas las
quinielas Cris… ¡no nos puede fallar!… (Enojado y en forma despectiva mirando
el televisor) ¡Esos, que se metan la plata de la soja en el culo!
Cristina cae sentada, exangüe, en el sofá.
Cristina cae sentada, exangüe, en el sofá.
FIN
(Escrito en julio de 2008)
https://www.youtube.com/watch?v=wyLumgzJC80
https://www.youtube.com/watch?v=wyLumgzJC80
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