LA OVEJA FIDEL


Por tercera vez un Papa visita Cuba, y a diferencia de las anteriores esta última ha generado algunas críticas hacia Francisco por su encuentro con Fidel Castro; unos lo tildan de populista, medio de izquierda, que debió ser más duro con él, que no debió verlo, etc.; aunque estos críticos no dicen nada de las visitas papales anteriores, esas no coment.
Es que el dictador emérito cubano ha hecho de las suyas, en más de medio siglo gracias a su ideología unos cuantos miles han perdido la vida por no compartir sus ideas, otros miles más se han tenido que ir de su patria y otros millones se tienen que callar la boca, bajar la cabeza y demostrar su fidelidad a Fidel, que paradójicamente quiere decir “digno de fe”.
Y es así que este hombre ha convencido y arrastrado con su carismática verborragia, su barba, su habano y uniforme de fajina permanente, a multitudes offshore, jóvenes principalmente; a comulgar con una revolución que propone su fracasado modelo de hambre, miseria y muerte, de dictadura y totalitarismo, a la pérdida del don más preciado del ser humano: su libertad.
Pero bien, la Iglesia Católica Romana no está para condenar a nadie, todo lo contrario, está para salvar almas. Y me imagino que este Papa está haciendo lo mismo que los anteriores, visita a Fidel como el buen pastor de la parábola que deja a las noventa y nueve ovejas y va en busca de la que se le perdió, o sea que lo que está haciendo el vicario de Cristo es lo correcto, sigue al pie de la letra las enseñanzas de su fundador.
Para entender esto creo que hay que tener en cuenta el regalo papal: un libro y dos discos con las reflexiones y sermones del sacerdote jesuita Armando Llorente, que había sido profesor de Fidel cuando estudiante y, según dicen, su mayor anhelo era "absolver" a su exalumno, siempre y cuando este pidiera disculpas públicas "porque sus pecados no son solo personales", son mundiales. Queda a cargo del que recibió el presente entender la indirecta.
Si Francisco logra esto que tanto anheló el padre Llorente, recuperar a la oveja perdida, no va a ser obra de él solo, seguramente alguna intersección divina deberá haber de por medio (posiblemente un adelanto en 3D del infierno haría su efecto), ya que solo un milagro, imagino, puede producir este verdadero arrepentimiento, disculpa urbi et orbi mediante. Todo es cuestión de fe, además, dicen que la tercera es la vencida. Fe en Francisco y… Fidel, no hay otra.


Comentarios

Entradas populares