LA DELACIÓN COMO SISTEMA DE GOBIERNO SE VUELVE A PONER DE MODA
Cuanto los bolcheviques tomaron el poder en 1917,
también hicieron lo mismo; Lenin se identificaba plenamente con aquellos
revolucionarios franceses, mejor dicho con ese período de terror que padeció
Francia, siendo la delación la piedra angular de su sistema. El régimen que
este implantó y que se mantuvo por más de ochenta años, le costó a Rusia y a
los Estados anexados más de veinte millones de vidas; esta cifra no incluye los
muertos en la Segunda
Guerra Mundial, son solo los que murieron por hambre o
persecución política.
El caso de Paraguay es especial, se puede decir
que en nuestro país los pyragüés son ya una tradición, estuvieron y están con
casi todos los gobiernos y, sin duda, se destacaron en el de Stroessner; es de
hacer notar que cuando este cayó inmediatamente ofrecieron sus incondicionales
servicios a los sucesores del Rubio, agregándose otros nuevos para seguir
manteniendo la tradición. No se es pyragüé por opción, sino por vocación y la
habilidad de nuestros pyragüés es notable, como podemos observar son ambidiestros,
tanto se manejan por derecha como por izquierda.
Pero si algo tienen en común todos estos regímenes
que menciono, es que hicieron de la delación un culto y del terror su arma
preferida.
Traigo a colación esto porque hace poco sucedió un
hecho de delación similar a los que se hacían bajo estos gobiernos. Me refiero
a la acusación que le hicieron al ex embajador paraguayo, Orlando Fiorotto. Una
simple denuncia, de una comisión formada ad
hoc, bastó para defenestrarlo de su cargo; los argumentos que expuso el
acusado para defenderse diciendo que no existía ninguna prueba que demostrara
las acusaciones junto a la tibia defensa que hizo del mismo el premio Nobel
alternativo, no tuvieron ningún efecto para cambiar la sumaria sentencia; ellos
dijeron: “es culpable”, y chau.
En el ámbito judicial se dice que se sienta
jurisprudencia cuando un fallo es innovador; de la misma manera, podemos decir
que con este caso se ha sentado un precedente, pero no para la Justicia , ya que para
esta deben haber pruebas, hechos concretos que justifiquen una sentencia; sí se
ha sentado un precedente para el actual Gobierno, porque esta decisión que toma
de defenestrar a un funcionario por una simple denuncia lo pone a la altura de
grandes o pequeñas dictaduras.
Me imagino que los miembros de la comisión que
realizaron la acusación deben estar muy contentos con lo que han logrado, y
seguramente estarán convencidos de haberle hecho un bien a la humanidad.
También, algunos, deben estar deleitándose con la sensación de poder que les debe
causar esta situación. Ahora bien, con este precedente muchos deben cuidarse,
no solo los que han tenido un pasado cercano al Rubio, también los que no
tuvieron nada que ver, porque como se ve no hace falta ninguna prueba para
condenar, solo basta la simple acusación de dicha comisión y sonaste maneco.
Creo que los integrantes de este tribunal neopopular
deberían tener presente las enseñanzas del pasado: Robespierre, llamado el
incorruptible, perdió la cabeza de la misma forma que sus sentenciados; la Alemania gobernada por
Hitler, con su sistema de inquisición, fue destruida, junto con todos los
cabecillas; el comunismo fracasó estrepitosamente, fecha de defunción 25 de
diciembre de 1991, dejando el tendal de viudos y viudas; Mussolini y señora
terminaron cabeza abajo; y los golpistas argentinos, presos.
Sé que en épocas de fanatismo es difícil
reflexionar, ya que gobierna la pasión y no la razón, las masas se adueñan de
las calles y aplastan a cualquiera que quiera interrumpir su paso; estas no poseen
pensamiento propio, siempre hay un líder que las conduce y guía sus
sentimientos. Tampoco a los componentes de la masa le interesan las pruebas,
quieren hechos; si alguien del grupo acusa a otro de no sentir o expresarse
como ellos, inmediatamente es condenado o execrado. Dentro de la masa nadie
debe mostrarse diferente, ni indiferente al pedido del líder, a este no se lo
cuestiona, so pena de ser acusado de traidor. Y cuando existen gobiernos
demagógicos, que hacen creer que la masa es la que gobierna, pueden suceder
hechos como en los regímenes mencionados.
Una última reflexión, para aquellos que creen que
se puede acusar a cualquiera, de cualquier cosa, sin tener ninguna prueba: ¿no
se dan cuenta que el sistema que aplican es el mismo que detestan? Porque los
reclamos de las víctimas de hoy son producto de las injusticias que se
cometieron con ellos, justamente, por la ausencia de Justicia.
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