El secuestro de Fidel nos afecta a todos
Y lo
liberaron a Fidel
Por
suerte, fortuna, gracias a Dios, a las personas que negociaron, que pudieron
pagar lo que los delincuentes pedían, Fidel Zavala volvió con vida. Que en
definitiva eso es lo más importante, la vida; algo que saben bien los
delincuentes que mantuvieron en vilo a la familia y a la sociedad durante más
de tres meses. Claro, a ellos no les interesa la vida de los demás, sólo la
suya, y quieren vivir bien a costa ajena; y no me digan que es para la
revolución, para instaurar un gobierno del pueblo, etc., ese verso está
gastado. El pueblo les dio en todo este proceso, como en los anteriores
secuestros, la espalda y su repudio generalizado.
La
payasada de exigir que se entreguen reses a la gente necesitada antes de su
liberación los dejó aún más en ridículo. Si bien la carne fue recibida, no es
cuestión de que se pudra y se tire, muchos dejaron clara su posición y los más
dignos en este asunto fueron los nativos
Ante
el secuestro de Fidel Zavala uno no puede permanecer indiferente, como en su
momento fue el de Cecilia Cubas, en realidad no se debe ser indiferente ante
ningún hecho criminal porque de una u otra manera, directa o indirectamente,
nos afecta a todos.
Esta
banda de delincuentes que se hace llamar epp lo más probable es que pretenda
mantener al secuestrado cautivo por un largo período, y éste sólo sea el
primero de una serie de plagios que tienen programados para usarlos como escudo
humano, un remedo colombiano, y así mantener liberada y controlar una amplia
zona en la que pueden cultivar y procesar la droga; a la vez que consiguen
cuantiosas sumas por la extorsión a sus familias.
Es
evidente que sus crímenes aumentarán si no hay medidas concretas para
detenerlos ahora, antes de que se hagan más poderosos; el chantaje a
empresarios y a cualquier comerciante es otra de las acciones que seguramente emprenderán,
si ya no lo hicieron, y muchos pagarán por miedo a ser secuestrados o
asesinados, ellos o algún familiar, pero principalmente pagarán porque saben
que no hay garantías de un gobierno que hasta la fecha del secuestro lo único
que hizo fue visitar a los parientes de la víctima, a la vez que logra distraer
a la opinión pública de los temas principales con cortinas de humo.
Nuestro
país no se merece un socialismo trasnochado, no se merece un Lugo o un Nicanor,
no se merece un Calé o un Jaegli; pero por algo están donde están. Nuestro país
tiene gente trabajadora y noble que ama su tierra, y es la que debe intervenir
en el juego político para sacar a los indeseables.
Una
medida que creo urgente se debe llevar adelante, es apoyar la eliminación de
las listas sábana; que los legisladores no sean elegidos por padrinos o porque tienen
plata para comprar el puesto; si quieren que este Poder represente realmente
los intereses del pueblo éstos deben ser elegidos por el pueblo, sus mandatos se
deben renovar cada comicio y no ser eternos; de ellos dependemos que haya leyes
que protejan al ciudadano común y se apliquen, de ellos dependemos que hayan jueces
probos e idóneos, de ellos dependemos que las fuerzas de seguridad sean
conducidas por gente capaz y decente.
La
creencia generalizada de que un presidente puede, mágicamente, terminar con la
corrupción, la pobreza, etc., es una falacia, esta creencia sólo alimenta al
enano fascista que cada uno lleva adentro y como vemos se termina eligiendo
líderes cada vez más mesiánicos y corruptos.
Al
pueblo le debe importar más que nada sanear el poder Legislativo, ya que éste
es su auténtico representante; y si en un futuro logramos tener una mayoría de
senadores y diputados elegidos en listas abiertas sin duda será para mejor;
tomemos el ejemplo de los países más desarrollados donde el Parlamento es la
fuerza más importante para sus habitantes.
Otra
medida son las marchas, la sociedad puede muy bien rápidamente organizarse,
como hacen los supuestos campesinos sin tierras (de Teixeira) y reclamar con
cacerolas frente a la casa de gobierno o el poder Legislativo. Y así presionar
y exigir a los legisladores, que como dije son los representantes del pueblo,
las leyes que garanticen la seguridad ciudadana, el juicio político a quien
corresponda, y si es necesario hasta la renuncia del mismo presidente y de los
legisladores que no acompañen el clamor popular, a la vez que manifestar el
merecido repudio a estos vándalos descerebrados que no representan ni a su
abuela.
Hace
78 años, un 23 de octubre, los estudiantes se manifestaron por la defensa del
país y la respuesta de aquel gobierno fue criminal; si bien hoy día no está en
juego la integridad territorial, sí está en juego la libertad; y si no se la
defiende, como dije antes, presionando a los que tienen el poder y la
obligación de hacer cumplir la ley, seguramente ésta se perderá y la nación
volverá a ser presa de una dictadura, que sin dudas esta vez será más atroz.
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