Nuestro presidente no da el perfil para estar en el Mercosur


Como ya lo he expresado hace más de dos años en una nota “Zelaya y Honduras, Lugo y Paraguay”, que Lugo no debía haber sido destituido y que nuestros legisladores no debían de caer en la tentación del juicio político; también expresé en su oportunidad, a fines de 2009 cuando ya se hablaba de su salida por esta vía, que si esto pasaba era porque había una connivencia entre un sector político de liberales, colorados y también con cierta extrema izquierda, ya que el único beneficiado, si tal cosa ocurría, sería el mismo Lugo y su entorno, con la consiguiente confusión y probable anarquía política.
Como se puede apreciar, muy distinto hubiera sido el panorama para éstos si Lugo terminaba tranquilamente su mandato, como se esperaba; algo que a todas luces es evidente que estratégica y políticamente no les convenía, a los luguistas. Pero nadie contaba con Curuguaty; y de paso debo decir que este luctuoso hecho es inevitable compararlo con el marzo paraguayo de 1999.
Da la impresión que los actores son los mismos y la película una remake: en aquella oportunidad murió gente inocente en la plaza, en esta policías desarmados fueron alevosamente asesinados; en aquella hubo un magnicidio aún no aclarado; en esta difícilmente se descubra quiénes fueron los autores de los primeros disparos que terminaron con la vida de seis policías y once campesinos; en aquella ocasión cayó un gobierno, en esta también; en el marzo paraguayo la izquierda apoyó el golpe institucional, en este “golpe de estado” se presentan como víctimas, pero hasta ahora son los que más réditos políticos están sacando de esta situación; muchas similitudes.
Lo que deberían hacer los luguistas, para despegarse de los crímenes, del golpe y de cualquier suspicacia política, es bregar para que se esclarezca la matanza de Curuguaty, que fue el detonante para desestabilizar y hacer caer al gobierno de Lugo; la búsqueda hasta las últimas consecuencias de los responsables materiales e intelectuales debe ser su norte, su absoluta prioridad; porque lo contrario, si sólo se quedan en que fue un “golpe de estado”, “que Lugo fue destituido por un complot liberal-colorado”, “que fue un golpe parlamentario”, etc. etc., y no buscan esclarecer el hecho, al final va a ser inevitable que se los vincule; porque a los únicos que beneficia en definitiva esta situación es a los propios luguistas. 
Por otra parte, no creo que dure este gobierno de transición, ya le eligieron rápidamente un vice; raro no, es como cuando al costado de la cancha vemos a un jugador precalentando, un cambio se viene seguro; además, sus correligionarios me parece no confían mucho en él; por tanto va a estar muy condicionado por los desestabilizadores tanto internos como externos y este desgaste político, inevitable, puede terminar con su carrera; así que pienso que lo más probable es que termine renunciando en poco tiempo. El otro panorama, y es el que supongo desea la mayoría, es que cumpla lo que le queda de mandato para entregar el bastón de mando y pueda hacer una excelente gestión, de manera que los beneficiados son dos: primero la República y luego él mismo, ya que es joven y tiene muchos años por delante para continuar su carrera política. Pero para que pueda llevar adelante una buena gestión, un consejo: deberá escribir diariamente apenas se levanta en un cuaderno o pizarrón: “No debo ser nepotista, No debo ser…”, asi unas quinientas veces por lo menos.
Por lo pronto, hay otro beneficio extra para los neosocialistas siglo 21 proporcionado por la masacre de Curuguaty, y hay que felicitarlos por este logro que tanto buscaron: ya casi está el líder de los bolivarianos, Hugo Chávez, dentro del Mercosur; y Paraguay, la única barrera que hasta ayer se oponía legalmente a su ingreso, afuera, sin voz ni voto. Un detalle que se puede observar en la foto oficial de la reunión de Mendoza donde falta nuestro representante: extrañamente el alineado en la extrema izquierda es Piñera.
Por otro lado, también podemos observar que nuestro nuevo mandatario, al revés del anterior, se ve que no da el perfil ideológico requerido para estar al lado de tan ilustres personajes; y por lo visto tampoco debemos limitar esta censura a una mera posición política, también no tiene un escandaloso pasado; tampoco, que yo sepa, es un borrachín; no tiene problemas de bipolaridad y narcisismo; hasta ahora no se le conocen conexiones con el mundo del narcotráfico y no tiene antecedentes de haber participado en el terrorismo de los setenta; como verán, es sólo un pobre político neoliberal, que no encaja en el actual paisaje mercosuriano.
Así que paciencia, porque seguramente de los próximos comicios surgirá algún mandatario con el curriculum requerido para estar de vuelta con voz y voto dentro del Mercosur, Parlasur o Unasur; y alguna que otra nueva asociación que en el ínterin se les ocurra inventar, que de seguro terminará en ur. De paso, si me permiten, me atrevo a aportarles una idea a los líderes siglo 21 por si se les da por formar un nuevo grupo, que de paso reivindica nuestro dulce idioma guaraní: el Mondasur.

Rafael Luis Franco

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