El grotesco político
Los actuales personajes que se están viendo en ambas cámaras del Congreso, que según ellos debaten, no tienen desperdicio para el imaginario filme.
Desde uno al que le apagaron el micrófono, el pionero, que supongo los que le votaron al escucharlo ahora deben sentir vergüenza ajena; pasando por esa señora/rita que jura por la “patria cartonera” y critica a los que hablan con la panza llena, parece que no se mira en el espejo, además dijo que no pudo leer la ley, ¿tenía un picadito con los muchachos/as?; la que pone apodos y no le gusta que se los pongan a ella, junto a su melenudo compañero que hablan como si representaran a medio país; la señora preocupada por los pobres que luce a su lado una cartera de más de tres mil euros, y si esta se puede dar semejante lujo en una simple cartera uno ya puede imaginarse el nivel en que se maneja, con la de todos y todas; el radical cordobés, que se cree dueño de la democracia, que no ve ninguna urgencia; la experta en turismo, o turrismo, preocupada por la “privatización del mar”; la que no le alcanza el tiempo para leer; la preocupada por los derechos de los delincuentes; otro desequilibrado amenazando con un golpe; otro que sin ningún tipo de vergüenza dice que las “empresas públicas dan ganancia”; otro que expuso, durante 10 minutos sus disparates: “en Argentina no solo las mujeres pueden quedar embarazadas” y “las masculinidades los varones trans también tienen la capacidad de gestar”, … etcétera, etcétera, uno más delirante que otro.
En fin, ellos hablan y hablan, en general con discursos como si estuvieran en campaña, que no debaten la cuestión fundamental; y así uno saca una conclusión: es más que evidente que el sistema democrático tiene una gran falla, una inmensa falla, y está justamente en el Poder más importante para la ciudadanía, el que debe representarla hace todo lo contrario, sus integrantes, muchos de los cuales son impresentables, no la representan; diría más, nunca han representado, al menos desde la vuelta de la democracia, los intereses ciudadanos y de la Nación.
Los únicos intereses que estos representan en la actualidad son los de los políticos que los ubicaron en las listas, los de corporaciones interesadas en mantener sus privilegios y de tener su coto de caza en el gran zoológico nacional, lo que redunda en el empobrecimiento y atraso del país, los de empresaurios o pseudogremialistas; y todo esto dio como resultado lo que está a la vista, un Estado elefantíasico con hechos de megacorrupción
Es más que evidente que el sistema de elección de senadores y diputados tiene que ser modificado, no son los partidos los que tienen que ponerlos en sus listas, otro debe ser el mecanismo para elegirlos; porque muchos exfuncionarios se reciclan como legisladores después de dejar el anterior gobierno, no solo para seguir aprovechándose del Estado también para conseguir los fueros que le dan inmunidad e impunidad. Si se hiciera una encuesta entre la ciudadanía por SÍ o por NO si se siente representada por el Congreso, ¿no cree que el resultado por el NO daría un porcentaje abismal?
Bien, creo que para ser legislador cualquier hijo de vecino podría presentar su candidatura, con solo conseguir los votos en una campaña personal debería acceder a competir en una elección nacional o provincial por fuera de cualquier partido; porque mientras los partidos sean los que tengan el derecho, la exclusiva potestad, de presentar candidatos, la democracia, en su pata legislativa, será una entelequia, de la más grotesca, como la que estamos viendo en vivo y en directo.
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