La hipocresía en su máximo nivel

 

Desde hace tiempo se nos recomienda adherirnos a la boleta digital, sea cual sea el impuesto o servicio, para no imprimir un papel y por ende “salvar un árbol”; tal el argumento de propaganda oficial. Pero la gran contradicción e hipocresía que se ve en estas elecciones, como en las pasadas, es el infinito derroche que hacen del papel, tanto en las boletas de votación como en las propagandas, y aquí ya no les interesa, para nada, “salvar un árbol”, es más; aquí están literalmente depredando bosques enteros con la masiva impresión.

Y recién escucho a un político, en una declaración radial, al que le consultan por el tema boleta única, y este muy tranquilamente recomienda continuar con el sistema tradicional de impresión, no cambiarlo, ya que hasta la fecha dice: “le parece mejor, no nos ha ido tan mal y se evita el fraude”.

Es evidente que el “interés político” en esta cuestión pasa por otro lado, por el dinero que reciben para dicha impresión, que por algo no quieren perder; que no les importa absolutamente nada la cuestión ecológica, y que a sabiendas de la demora y habitual robo de boletas en los cuartos oscuros, de las “calesitas” de los punteros con el doblado de boletas, el fraude que sí existe y posibilita este sistema, a prácticamente ninguno interesa cambiarlo.

Y ya en pleno siglo XXI, con el avance tecnológico que se da, que dentro de poco ni papel moneda vamos a utilizar con este asunto de las “cripto” y el dinero digital, no se comprende que aún no se haya implementado una revolución absoluta en el sistema eleccionario, con en el cual los ciudadanos puedan votar incluso desde sus hogares vía internet; porque así como uno puede hacer una operación bancaria, de transferencia, pago o compra on line con su tarjeta, se entiende que también pueden crear un sistema o aplicación para que los empadronados se registren y voten, con sus claves y usuarios desde su computadora o teléfono, que tiene un número ID exclusivo, y que una vez hecho este se bloquee; y los que no tienen llegarse a los puestos habilitados a tal fin.

En la Capital hubo un gran avance con la boleta electrónica, que ya lleva varios comicios implementándose, pero es más que evidente que la Gran Casta no quiere renunciar a sus privilegios y negocios, y que todo lo que sale de su boca es puro engaño, y que no les importa continuar con la corrupción y el fraude hasta que el Titanic se hunda definitivamente.

https://www.laprensa.com.ar/533559-La-hipocresia-en-su-maximo-nivel.note.aspx

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