El nuevo ministro
Una
necesidad urgente es sin dudas mejorar la seguridad, un tema
pendiente que ha llevado a que crezca el índice de inseguridad;
están a la orden del día los robos, asesinatos, secuestros,
narcotráfico y un terrorismo junto a un crimen organizado que
traspasa las fronteras. No es un tema de solución inmediata, es a
largo plazo, porque debe ser tratado integralmente y con continuidad
en el tiempo; nombrando a jueces probos, apoyo de fuerzas de
seguridad a los fiscales que están en sitios alejados y la
aplicación de leyes mucho más severas.
Por
esto, permítaseme dudar que este nuevo ministro del Interior pueda
llevar adelante semejante tarea, cuando su nombramiento es más
político que técnico. Lo primero que ha hecho es nombrar un grupo
de “amigos” para asesorarlo, algunos cuestionados; es más, uno
del entorno de Lugo, justamente al que se acusa de paternidad, entre
otras paternidades, del EPP. Y más dudo cuando leo una declaración
suya de corte netamente populista,
“la
situación de abandono es lo que fuerza a mucha gente a tener un
acercamiento con estos grupos criminales”; algo
parecido dijo hace
poco el
exministro de
Economía argentino,
marxista confeso
y
actual
candidato a gobernador, este
asoció
pobreza y falta de trabajo con criminalidad, luego recibió una
andanada de críticas de todos los sectores; incluso de los más
pobres.
Bien,
este señor, como se recordará, en su juventud fue miembro y
presidente del PRF y desde esta tribuna atacó durante años,
férreamente, la dictadura de Stroessner en las páginas del diario
partidario “El Pueblo”; y ahora resulta que acepta ser ministro
nada menos que del hijo del incondicional secretario del difunto
dictador y sobrino de este, a la vez que promete mano dura y utiliza
términos como “represión” con los delincuentes, tal como lo
hacía don Alfredo. Un cambio notable que no muestra una coherencia
ideológica, o tal vez sí y lo que no entendemos nada somos
nosotros, los profanos.
Pero
aparte de dudar de los resultados de esta nueva gestión, me lleva a
una reflexión final: está visto que en toda persona que ha hecho de
la política una carrera gracias a una gran habilidad retórica,
tiene latente en su interior un pequeño enano fascista o un corrupto
en potencia, solo es cuestión de darle un poco de poder para que le
aflore el Mr. Hyde que llevan adentro; y que no va a ser justamente
con estos “profesionales” de la política que la Nación podrá
salir adelante sino todo lo contrario, como viene aconteciendo.
https://www.abc.com.py/lectores-opinan/2019/12/23/ministro-del-interior/
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