LA VACA ATADA
Recuerdo una
historia, que escuché hace algunos años en la radio, relatada por
un gran periodista argentino que ya murió, justamente el Día del
Periodista, quien a su vez la extrajo de un libro; contaba más o
menos lo siguiente:
Eran dos personas
que viajaban a pie, recorriendo poblados: el maestro, un anciano, y
su discípulo, un joven. No llevaban nada más que lo puesto. En una
oportunidad llegaron a un rancho muy humilde en medio de un campo y
les pidieron un poco de comida y si podían pasar la noche en el
lugar. La familia, que estaba compuesta de padre, madre y dos hijos
jóvenes, muy amables ellos les dio albergue y compartieron su
alimento.
Durante la
conversación el anciano les preguntó de qué vivían, y el dueño
de casa les contó que tenían una vaca, que ese era todo su
patrimonio, a la que ordeñaban, utilizaban un poco de la leche y
luego el resto llevaban al pueblo y vendían o cambiaban por otras
cosas, que no tenían nada más. Bien, luego de la charla se fueron a
dormir.
En mitad de la
madrugada el anciano maestro despertó al joven y le dijo que se
levantara que se iban a marchar en silencio, sin despedirse; el joven
asintió, luego se dirigieron a donde estaba atada la vaca y le dijo
al joven para que la desate, la condujeron hasta el borde de un
profundo barranco y ahí el viejo le dice al joven que la arroje;
este se enojó, le contestó que eso no estaba bien, que no podían
hacerle eso a esa familia tan buena y atenta, además porque eran muy
pobres y el animal era lo único que tenían; el viejo entonces, sin
responderle, le ordenó que la arrojara; así lo hizo el joven
discípulo, y la vaca cayó rodando al fondo del barranco, luego se
marcharon.
La historia continúa
luego de varios años. Esta vez solo volvió a pasar por el lugar el
joven, él quería saber qué había sido de esa familia a la que le
mataron la vaca. Bien, al llegar al sitio no encontró el viejo
rancho sino una casa de buen aspecto, nada lujosa pero mucho mejor
que la anterior vivienda. Se presentó y habló con el dueño de la
misma, que era el mismo padre de familia que ya conocía; luego le
preguntó qué hacían y de qué vivían. El señor le respondió:
“Mire hace unos años teníamos una vaca que nos daba leche, la que
usábamos un poco y cambiábamos por mercadería el resto; pero
resulta que un día apareció la vaca muerta en el barranco, y
entonces tuvimos que salir a buscar trabajo, es así que mis hijos y
yo estamos trabajando en distintas labores”.
Bien, la moraleja y
enseñanza ya se imaginan, no.
http://www.paraguaymipais.com.ar/humor/la-vaca-atada/
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