Camino al Planeta de los Simios

Pregunto al lector: ¿le darías a un mono una navaja o un
AK-47? Tú, si tienes sentido común, seguro que no, pero sabrás que hay personas
que sí lo hacen; por varias razones, aunque la principal es la económica,
“total, mientras el mono me pague a mí qué me importa lo que haga con el arma”,
es probable que algo así razonen los traficantes que pululan por el mundo;
aunque sospecho que puede haber algo más detrás de todo este asunto de armar a
los monos.
Otro grave asunto con los neomonos sapiens es que su
población va en constante aumento y no hay miras, por el momento, que esta
disminuya, todo lo contrario; y este crecimiento parece ser inversamente
proporcional a la vida inteligente; formando estos simios grupos numerosos, aunque
aún son minoritarios últimamente se han vuelto bastante poderosos, gracias a
una prensa que por lo visto los ve simpáticos y con una crítica políticamente
correcta alienta en su proceder; este aumento del poder los ha ensoberbecido a
tal punto que cada día están más violentos y descarados.
Y la cosa está yendo a mayores, ya que a nivel global, como
habrá notado, los neosimios actúan y reclaman lo mismo o cosas parecidas en
todo el orbe; de ahí lo que expresé antes de que puede haber algo más que una
simple reclamación de derechos en todo este asunto.
Porque, note usted que mientras estos neomonos nos hablan de
paz, de progresismo, etc., no faltan los palos y actos vandálicos en cuanta
manifestación realizan; ellos buscan que se les reconozca sus derechos a hacer
lo que se les viene en gana (ya sea andar desnudos en la calle, cagar en
cualquier parte, hasta tener sexo en público, monos/as con monos/as y
viceversa, y otros que se declaran con derechos primitivos a ultranza, con
lenguas también primitivas llenas de sonidos guturales a la vez que se
proclaman dueños de inmensos territorios queriendo formar un Estado dentro de
otro Estado, una monería).
Y uno tal vez los pueda llegar a comprender individualmente,
porque en el fondo son monos y razonan y actúan como tales; pero lo que pasa,
lo terrible del asunto, el quid de la cuestión, es que el diálogo es imposible
porque ellos niegan tajantemente los derechos de los no-monos: no aceptan sus
tradiciones, se burlan de sus creencias y encima quieren que adoptemos sus
costumbres.
¿Qué le parece esta actitud de los neomonos? Pues sí, es
totalmente injusta; aunque como verá, ellos no tienen la capacidad de darse
cuenta, o no quieren entender, son caprichosos estos primates; ah, y si alguno
de la manada se rebela, y comienza a razonar como un no mono, o lo matan o lo
expulsan del redil, para ellos es un traidor a la especie.
Pienso que por este motivo y para que nuestro hábitat no se
transforme en el Planeta de los Simios, es que no hay que permitir que los
monos accedan a armas cada vez más poderosas, como las nucleares (que hoy en
día parecen estar al alcance de cualquier Mono Sapiens), y si es posible ver de
quitárselas todas, hasta las de juguete si es posible.
Como puede ver, el neosimio sapiens es un ser bastante
jodido y engañoso, y si usted no tiene claras las ideas, es muy probable que se
convierta en uno de ellos, o sea su esclavo en un futuro no tan lejano.
http://www.paraguaymipais.com.ar/opinion/camino-al-planeta-los-simios/
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