Giro en la geopolítica

31-7-2009 La Nación, Asunción

Brasil se fue agrandando desde que el primer portugués pisó tierra, con malocas y bandeiras. Hoy día está entre las primeras potencias industriales, la reciente participación de “Lula” en la cumbre de los ocho más industrializados lo demuestra y sigue avanzando, quizá la próxima esté entre los cuatro más industrializados, y sin necesidad de tener una salida al Pacífico; y si necesita salir a este océano seguramente logrará acuerdos comerciales con sus vecinos, pero me parece que le resulta más económico usar el Canal de Panamá, que atravesar Paraguay y Bolivia, o cualquier otro Estado vecino.
 
La estrategia brasileña no depende de un presidente mesiánico, por el contrario como hemos visto con don “Lula”, éste una vez en el Ejecutivo se olvidó de su onda hippie, y aunque se declare socialista ha llevado adelante una política realmente conservadora, que protege los intereses del Brasil (o sea del empresario brasileño) antes que nada. Si hay una guerra, el primer perjudicado sería el Brasil; y quizás eso pueda ser a donde apuntan el loco de barinas y sus aliados económicos (los traficantes de armas, la usura internacional, los narcotraficantes): destruir una economía independiente, en franco ascenso que está compitiendo con potencias tradicionales. A nuestro país nunca le convino estar enfrentado al Brasil, y hay gente empecinada en manosear la historia buscando reabrir viejas heridas para mantener un distanciamiento innecesario y perjudicial a nuestros intereses.
Miremos los ejemplos de Japón, de Alemania, de Italia, de Francia, de Inglaterra, de México; todas estas naciones a pesar de haber estado alguna vez enfrentadas entre sí o con los norteamericanos han superado sus traumas y hoy día todas ellas han progresado y son potencias económicas.
En el lado opuesto del progreso está Chávez, armándose hasta los dientes; buscando o comprando aliados; ya tiene un eje Caracas-La Paz que pasa por Quito; díganme si no es igual a lo que hizo Hitler en sus comienzos. Y lo que es peor tiene apoyo del fundamentalismo islámico, así es que si se desata en esta zona una conflagración puede ser de consecuencias impredecibles.
Creo que el tema Itaipú, si bien es cierto que nuestro país necesita una mejor compensación, este gobierno lo maneja políticamente y no diplomáticamente, ha buscado el choque y no el acuerdo; mientras tanto Yacyretá pasó a segundo plano, y tengo entendido que el problema a solucionar es mucho mayor con la Argentina que con el Brasil. Pero en la agenda de Lugo, desde su campaña, está Itaipú; seguramente es la agenda que le prepararon sus mecenas.
Sin duda, en su geopolítica (o geoestrategia) nuestro país debe dar un giro de 180 grados, haya o no perspectiva de conflicto; porque si seguimos atados al carro del bolivariano lo único que vamos a recoger es miseria, dolor y hambre.

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