El senador Huey “Kingfish” Long


En Asunción existe una calle llamada “Senador H. Long”, que pocos conocen quién fue o, mejor dicho, pocos se interesan por conocer el origen o razones de dicho nombre. Dicho senador, que en 1928 fue elegido gobernador de Louisiana, lugar hace poco arrasado por el huracán “Katrina”, era conocido popularmente con el nombre de “Kingfish”. Surgió a la política en una época muy dura, de depresión en los EE.UU. En su momento y en la actualidad lo tildaron de populista e inclusive de fascista; las razones para esta calificación hecha por sus opositores están en sus actos, y éstos son algunos ejemplos de ellos: si bien en ese entonces la escuela era gratuita no lo eran así los libros, para cubrir esta necesidad decidió aplicar impuestos a las grandes compañías petroleras, las compañías de Rockefeller se rehusaron a pagarlo, y Long ordenó a la Guardia Nacional tomar los campos petrolíferos de la Standard Oil en el Delta, entonces a Huey Long lo tildaron de “demagogo” y “dictador”; otro hecho, Long fue quien estableció el concepto de que un gobierno de la gente debe proteger a las personas, a sus escuelas, a sus viviendas, y darle a cada hombre o mujer el empleo que necesita; apoyó firmemente la entrada de la mujer en política y la primera senadora que tuvieron los yanquis se lo deben a él. También dijo: “Nosotros, el pueblo, debemos construir puentes y recaudar impuestos para que las aguas no pasen sobre nuestras cabezas. Todo lo que tenemos que hacer es compartir la riqueza de la nación que creamos como una nación”. Acá se refiere al agua de la pobreza y literalmente al agua del Mississippi.
Lo cierto es que este hombre le dio, en plena depresión, un nuevo empuje a la política y revitalizó o modernizó el partido Demócrata, ya todos intuían que su próximo destino era la Casa Blanca, o sea la presidencia. Seguramente por estas y otras razones es que un sicario, el Dr. Carl Austin Weiss jr., el 8 de setiembre de 1935, lo espera en un pasillo de la casa de gobierno en Baton Rouge, Louisiana, desenfunda un calibre 32 y le dispara en el abdomen; los guardaespaldas respondieron haciendo del atacante un colador, y Long, después de dos días de agonía, muere a la edad de 42 años; había nacido un 30 de agosto de 1893. Pero su legado permanece, desde el seguro social hasta los préstamos hipotecarios para los veteranos de guerra, entre otras realizaciones sociales.
Hasta aquí nada que amerite que una calle asuncena lleve su nombre, pero resulta que el 30 de mayo de 1934, en plena guerra del Chaco, realiza un encendido discurso en el Senado norteamericano en defensa del Paraguay; explicando claramente los motivos de aquella guerra y señalando a los que él creía responsables directos de la misma: la Standar Oil Co., el Chase National Bank y a los propietarios de éstas, la familia Rockefeller. Como leerán más abajo el alegato que éste hizo, se darán cuenta que era realmente un hombre de coraje ya que no era nada fácil, ni lo sigue siendo, enfrentarse a tan poderoso grupo.
Y un dato más por si este personaje les despertó curiosidad: hace pocos años se realizó una película basada en su vida, “Todos los hombres del rey”, protagonizada por el actor Sean Penn; es una nueva versión de otra filmada en 1949 titulada “El Político”, en aquella ocasión protagonizada por Broderick Crawford. Ambas basadas en una novela de Robert Penn Warren, ganador del premio Pulitzer de 1946.
El actor Sean Penn respondió a un periodista después de haber caracterizado a Long: “Creo que Huey llevó la esperanza a mucha gente. De algún modo tocó el corazón de miles de personas, y ese sentimiento sigue vivo, es fácil reconocerlo. Ese aspecto de la historia es muy poderoso, porque el amor a la tierra pesa más que las bombas. Y también que el diálogo es el mejor camino para solucionar los problemas”.


Discurso del senador Huey Long sobre la cuestión del Chaco, pronunciado en el Senado norteamericano el 30 de mayo de 1934.

Deseo que se me oiga respecto a lo que implica la guerra paraguayo-boliviana. Como ocurre habitualmente, son hoy las fuerzas de las finanzas imperialistas las responsables de la guerra entre Paraguay y Bolivia, como son los intereses financieros de este país (Estados Unidos) los responsables, en gran parte, de las condiciones que prevalecen en Cuba. (…) La Standard Oil Co., de New Jersey, corporación norteamericana promotora de revoluciones en la América Central, Sud América y México, desde que ha deseado obtener concesiones de petróleo, ha encontrado necesario obtener el territorio del Chaco. El territorio del Chaco ha sido declarado de pertenencia paraguaya y ha sido conservado por el Paraguay por tanto tiempo que prácticamente no hay persona razonable que pueda abrigar duda alguna acerca de quién sea el propietario del Chaco.
Ya en 1874 surgió una controversia entre la Argentina y el Paraguay sobre quién era el dueño del territorio del Chaco, y se pidió a los Estados Unidos que mediara en la disputa. El presidente de los Estados Unidos en aquella época, Mr. Rutheford B. Hayes, dio un dictamen en que el Paraguay –para usar sus propias palabras– “tiene justo y legal título al territorio del Chaco”. Esto no solamente fue reconocido por la Argentina, no solamente fue reconocido por el Paraguay; fue reconocido por Bolivia (…).
Pero, señor presidente, se ha descubierto petróleo en el Chaco y en Bolivia. Parece que costará mucho dinero alcanzar la parte profunda del río con el petróleo de la Standard Oil que se ha descubierto en Bolivia, por eso, se encuentra necesitada de un oleoducto hacia las aguas paraguayas navegables, que no quiere adquirir en los términos y condiciones que serían exigidos por el gobierno paraguayo.
No solamente eso, sino que el territorio del Chaco es rico en sí mismo en recursos naturales y probablemente en depósitos minerales. De modo que se ha desencadenado una guerra. ¿Financiada por quién? La guerra es entre Bolivia, país con unos tres millones de habitantes, emprendida contra el Paraguay, país con una población probablemente inferior a un millón de habitantes (…).
Bolivia, mediante la ayuda de la Standard Oil, se ha equipado abundantemente con municiones de guerra y otros combustibles necesarios para emprender su guerra ofensiva contra el Paraguay (…). Tengo en mis manos un documento oficial publicado por el gobierno boliviano. Es un contrato celebrado por la Standard Oil Co. de New Jersey por el que éste acuerda suministrar el petróleo y la gasolina que necesita Bolivia para poder llevar adelante su guerra ofensiva contra el Paraguay.
Reproducimos a continuación el decreto respectivo del gobierno boliviano, que tomamos de “El Diario”, de La Paz, edición del 14 de marzo de 1934: “Vistos y considerando: La necesidad de consumir preferentemente gasolina nacional para las necesidades de la campaña, con mayor razón dentro del considerable aumento de consumo que ocasionará la adquisición de nuevas unidades motrices y de aviación; que se ha llegado a convenir un punto de equidad con la Standard Oil Co. of Bolivia…”.
Se sabe, señor presidente, que ella pretende siempre ser una compañía y un producto del país mismo o de parte del país que expolia, exactamente como cuando congelaba el territorio de Louisiana, la Standard Oil Co. of Louisiana pretendía ser allá el producto de nuestro territorio nativo, contra cuyos ciudadanos en este tiempo dirigía un embargo por un oleoducto. “…al fijar un precio para la gasolina de camiones y de aviación y para el kerosene, debiendo en tal virtud (debido a la fijación del precio) la compañía aumentar la destilación de estos productos…”. Ella aumentará el precio, señor presidente, porque lo necesitan allá para la guerra en este momento. “…hasta llegar la casi totalidad del consumo fiscal, reembolsándose con dichos precios de los gastos en que incurra con motivo de las nuevas instalaciones”.
El gobierno de los Estados Unidos, después que Bolivia se hubo aprovisionado de las municiones de guerra y de los combustibles necesarios para emprender una guerra agresiva en el territorio del Paraguay se cruza ahora de brazos y declara su neutralidad, mientras sus intereses capitalistas procuran allá robar ese territorio al pobre y pequeño Paraguay, que sólo cuenta con una población de 850.000 almas.
(…) Han intentado pretender que cierto interés extranjero se está entrometiendo en el asunto; que la Dutch Shell Oil Co. es una empresa británica y está interesada. ¿Por cuánto tiempo piensan que podrán engañar al pueblo con esa manifestación? Señor presidente, la Dutch Shell Oil Co. que ellos llaman compañía británica, se ha afiliado allá con la Standard Oil demasiado frecuentemente para que nadie lo discuta. (…) Observo que mi buen amigo M. Vincent Astor, a quien nunca he visto, tiene mucho que hacer con algunos de estos intereses. Es gracioso, señor presidente, como usted los vincula a todos. Todo lo que usted tiene que hacer es mirar bajo el barril y usted encontrará el móvil cada vez que usted mira. Mr. Vincent Astor es uno de los directores del Chase National Bank, y allí usted encuentra todo el interés que es menester encontrar. El Chase National Bank, señor presidente, es conocido como el “Banco Rockefeller”; el Banco Rockefeller es el Banco Standard Oil; el Chase National Bank es la Standard Oil Co.; el Chase National Bank es Rockefeller; es la Standard Oil Co.; la Standard Oil Co., es Rockefeller y viceversa; todos en la misma “clique”. Aquí está Rockefeller, con un ejército, robando al Paraguay, tomando el Chaco, metiéndose como el agresor y tomando un territorio fallado como parte del Paraguay hace 40 años; y aquí está el mismo Chase National Bank, otra institución Rockefeller, tomando bonos ilegales, dándoles validez y vendiéndolos al gobierno de Cuba; y aquí está Norteamérica, beatíficamente silenciosa, en constante retiro, mientras las municiones privadas de guerra son suministradas a esos países latinoamericanos. Esa es la agresión imperialista de los Rockefeller y del Chase National Bank y de la Standard Oil. Co.
Señor presidente, si los Estados Unidos contemplan impasibles que sigan adelante estas cosas (…) entonces debemos empezar a comprenderlo hoy, (…) la dominación de la Standard Oil Co. y la combinación de Vincent Astor, los Rockefeller y el Chase National Bank, se han vuelto más poderosos que los solemnes tratados y pronunciamientos del mismo gobierno de los Estados Unidos. (Del Congressional Record, Seventy-Third Congress, Second Session. Vol. 78, Nº 120, pág. 10.262. Fuente: fascículo Nº 18 “Historia de América en el siglo XX” editado por el Centro Editor de América Latina)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
que pucha, que mierda estos Rockefeller!
mentespejo ha dicho que…
Que lindo artículo. Esto debería ser mas importante en nuestra educación. Dar el honor que les corresponde a estos hombres del bien. Felicitaciones al autor.
NELSON YEGROS ha dicho que…
E PUEDE LEER TAMBIEN EN EL LIBRO DEL CAPITAN ATILANO ARISSIMO EN LA PAGINA 43 Y SIGTES. FELICITACIONES POR EL ARTICULO MUY BUENO E INTERESANTE!

Rafael Luis Franco ha dicho que…
Gracias Nelson.
Unknown ha dicho que…
El senador Huey Pierce Long también es recordado en breve reseña, en el libro «Enriqueta Gómez Sánchez Caballero (1892-1952) – La dama de oro y acero, alas de águila y corazón de paloma – Biografía - adherida a la historia y aderezada con poemario contemporáneo». Asunción - Equinoccio de otoño 2011. Año del Bicentenario de la Independencia del Paraguay (1811-2011) Autor: Enrique Lorenzo Caballero Gómez-Sánchez.
Rafael Luis Franco ha dicho que…
Muchas gracias por el dato, veré de ubicar el libro.
Fernando Cazo ha dicho que…
Buen articulo, seria bueno elevar el nombre de Long en el país, tal vez una ciudad debería llevar su nombre, en cambio, el nombre de Rockefeller, debería de ser borrado del país y prohibir la entrada de su descendientes hasta la cuarta generación al país. Esa familia tiene las manos manchadas de sangre de paraguayos y bolivianos. Y su Banco el Chase Manahtan Bank esta aun en el país. también se debiera de hacer algo con el.... retirar los ahorros de paraguayos de allí, seria una buena idea
Unknown ha dicho que…
Qué notable que un periodista muy letrado como Jesús Ruiz Nestoza no tenga conocimiento de esta alocusión del Senador Long.
Unknown ha dicho que…
Todo el mundo utiliza a alguien para conseguir lo que quiere... Hay muchas historias que vinculan a los Rockefeller a través de los años, juntos a otros magnates gonorreas que imparablemente luchan hasta conseguirlo sin medir sus actos.
No obstante, gracias a la conciencia humana, aún queda buenas personas en este mundo, al menos con buenas intenciones.
Muy buena blog querido autor.

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