Una vieja carta de lector que no tuvo eco

 Una vieja carta de lector que escribí y el destinatario era el conocido periodista J. Lanata, cuando tenía una revista digital, una crítica a un editorial o algo que escribió, que por supuesto no la publicó.

 

Es cierto Jorge, nadie elige cuando nace, ni cuando muere; pero por los datos que diste supongo que viniste al mundo en un mes de setiembre, por tanto en el 76 cursabas el tercer año del secundario y se ve que tu vocación periodística se había despertado. 

En el 78, con dos años más viviste el mundial “con tristeza de marciano”, se ve que no te gusta el fútbol o ya eras de los pibes que nacen conflictuados y ven todo color mierda. 

En el 82, ya con 21 añitos, viviste la guerra desde la pantalla chica, pero tu conciencia no pudo más y te fuiste al Brasil, capaz que pensaste “má sí, me voy de este país de mierda lleno de boludos”; mientras tanto desde Corrientes, Formosa, Misiones, Chaco, Entre Ríos y tantas otras provincias muchachos de tu edad o un poco menos viajaban al Sur a ponerse a disposición de su patria; claro, ellos no tenían tu inteligencia y rapidez mental para ver otro país, les gustaba el que tenían y punto. 

Después volviste, con más conocimiento, más ideas y quizá con alguna meta clara como la de fundar un diario. Y la verdad que te fue, o te va, muy bien; eres un gran empresario de los medios que seguramente te ganaste esta posición por tu trabajo y coherencia. Yo no soy quién para criticar a nadie, pero tu nota me pareció, por recordar fecha tan importante, muy pobre; lo único que rescato es tu sinceridad con respecto a lo que hacías en aquellos años en que ya podías elegir. 

Bien, para terminar te cuento que en el 76 yo tenia 22 años, me las tenía que bancar solo porque me fui de casa, bastante lejos, y estaba trabajando en un diario como reportero gráfico, dormía en una pensión, recuerdo que éramos cinco en la pieza, así que te imaginás mi presupuesto; lo que recuerdo de los días previos al golpe era el comentario general: “cuándo vienen los milicos”, el clamor popular por su vuelta era unánime, el desastre económico que se vivió era insoportable, otra que Alfonsín y su híper y de la Rúa y su corralito. 

Lo que vino después, los desaparecidos y la hipocresía general de políticos y periodistas que clamaron por aquel golpe del 76 y pasaron a ser derechos y humanos apenas caído, y un poco antes, el último gobierno de facto es producto de la idiosincrasia de este pueblo, un clásico que se repite desde el derrocamiento de Yrigoyen (sin los desaparecidos claro). 

Y aquí cabe la sentencia milenaria, un poco aggiornada, “el que esté libre de culpa de este golpe que arroje la primera acusación”; pero no creo que pase lo mismo que hace dos mil años con María Magdalena, donde los justicieros dejaron sus piedras de lado; porque aquí, y debido a nuestra indiosincrasia, los únicos que tienen razón son los apedreadores y me imagino que si la Magdalena hubiera caído en manos de justicieros argentinos no hubiera habido frase que valga, salvo que fuera la Magdalena de doble apellido. 

Y en el 82 ya hacía cuatro años que no estaba en el país, volví a fines del 83. Jorge, tampoco nadie elige ser valiente o cobarde, inteligente o retrasado, íntegro o traidor, eso viene de fábrica; algo podemos mejorar, de bueno podemos ser más buenos, pero también de h de p podemos llegar a ser recontra hijos de p… Para lograr el efecto contrario, en el último caso, se requiere una gran dosis de espiritualidad, algo que por estos lares se desprecia cada vez más. 


Atte. Rafael 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Magnifica respuesta a este mediatico tan promocionado.

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