De juicios políticos y fanáticos

8-4-2016

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En estos días se desarrollan frente a nuestros ojos, como una telenovela globalizada, los escándalos brasileño, argentino junto a los “panamá papers” que aparecieron como peludo de regalo. Lo interesante de esto, más allá de su desenlace, es ver y leer la reacción de la gente.
En el Brasil inmensas manifestaciones se sucedieron en contra del gobierno pidiendo el juicio político y destitución de Dilma; luego otras, de menor tamaño, hay que reconocer, en su defensa. La cuestión es que las dos principales cabezas del PT están por rodar, mientras que sus fanáticos seguidores no ven en ellos los hechos de corrupción que se les acusa, o no les importa; da la impresión que los ven como a semidioses o los toman como padres putativos a los que les deben la vida, o el plan social; o una especie de Róbines Hoods, a los que todo se les puede perdonar, incluso que hayan cometido el mayor desfalco en la historia política brasileña.
Otro tanto pasa en la Argentina, pero esta vez con los seguidores de la expresidente y su difunto marido. A estos se les ha descubierto y cuasi comprobado infinidad de hechos de corrupción, videos explícitos incluidos, el enriquecimiento mágico de muchos de sus laderos, ministros, secretarios, choferes, jardineros, la conexión con las cuentas offshore, al irse prácticamente vaciaron el país, destruyeron la mayor cantidad de información que los pudiera incriminar además de minar el campo para el nuevo gobierno con infinidad de decretos firmados pocos días antes de abandonar la presidencia; sin embargo a sus seguidores tampoco esto nada les importó, el último día fueron a despedirla en masa, lloraron, y siguen defendiendo y apoyando aquella gestión de los que, literalmente, les cagaron en la cabeza. Por otro lado, estos fanáticos son implacables con el nuevo presidente, y ya reclaman su renuncia por la vieja cuenta en Panamá; amén de otros oportunistas, e inconscientes, que se acoplan y buscan cazar al vuelo la perdiz. Los que quieren el cambio para que nada les cambie.
Pero los más peligrosos son los inconscientes (como decía Facundo Cabral, “los boludos son peligrosos porque hay muchos”), que se ve tienen vocación suicida, y reclaman al nuevo presidente por la cuenta panameña pidiéndole la renuncia. Para ejemplificar y entender: estos inconscientes serían como un grupo de prostitutas recién rescatadas de un prostíbulo, donde estuvieron cautivas más de doce años, por una señora que de casualidad pasaba y gentilmente las lleva a su casa; las chicas al principio muy contentas y agradecidas con su nueva vida, en libertad, donde reciben consejos de moralidad; pero pasada la euforia de la liberación y el olvido de su pasado esclavo, comienzan a exigir ciertas comodidades a la rescatista y, lo peor, un día las chicas se enteran que ella, que les daba lecciones de moralina, no era virgen, que había tenido un par de affaires en su pasado; horrorizadas por esta noticia, la exprostitutas le piden que se vaya de la casa, a lo que ella accedió. Conclusión: las chicas al poco tiempo volvieron al prostíbulo y nunca se enteraron que fueron sus proxenetas los que les pasaron la información del affaire.

Rafael Luis Franco

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