Caballero Vargas y su apoyo al ingreso de Venezuela
Leí las declaraciones del empresario Caballero Vargas,
recientemente publicadas, favorables al ingreso de Venezuela al Mercosur y la
preocupación del sector empresarial porque no se concreta. A la vez que éste lanza
su hipótesis: “Podemos llegar al absurdo de quedar como una
suerte de socios adherentes del Mercosur y Venezuela sería solo pleno de
hecho”, frase, para mí, poco feliz que busca generar temor o dar argumentos
para el cambio de posición de los renuentes senadores. Por otro lado pidió que
se busquen argumentos razonables y no neuróticos, seguramente piensa que los de
él son razonables y no intimidatorios; además de insistir en que lo que se
discute es el ingreso de un país y no de un gobernante; esto, claramente, una
falacia, porque la traba es justamente el gobernante. Pero deja bien claro: “no
me cae muy bien Chávez, pero tenemos que pensar más allá”; por un lado, una
forma tibia de definirse con respecto al dictador y por otra él piensa más allá,
como aquel emperador romano que le dijo a su hijo: el dinero no tiene olor.
Y
entonces me pregunté: cómo es que
este señor Caballero Vargas no se da cuenta que Chávez es un dictador abiertamente
identificado con los peores regímenes del planeta, que está confiscando cuanto
medio opositor hay, que en la práctica Venezuela ha dejado de ser una
democracia y, lo peor, que está persiguiendo a los empresarios de su país, como
él.
Entonces me di cuenta de lo siguiente: es evidente que
esta situación a CV no le preocupa, porque él ha sabido, muy bien, sobrevivir y
enriquecerse bajo gobiernos dictatoriales. Imagino que si CV fuera un
empresario venezolano, seguramente le iría igual que en el Paraguay, de
maravillas; por lo visto, para su estilo empresarial le conviene más un
gobierno estilo chavista, y no tanto uno auténticamente liberal y democrático,
en él que hay mucha competencia; pero como no es venezolano se está perdiendo
una porción de la torta, y así como Mahoma no va a la montaña, entonces CV
quiere ir a Chávez vía Mercosur.
Así surge claramente la respuesta al porqué de su
apoyo al régimen chavista: es evidente que le gustaría que Venezuela con su
actual estilo “democrático” entre al Mercosur, porque le vendrían muy bien a él
y a su grupo de amigos empresarios que miran más allá y por lo visto se mueven
bajo estos regímenes como peces en el agua, turbia por supuesto.
Rafael Luis Franco
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