LAS ENCUESTAS EN INTERNET
(Publicado en “Ñe-engatu”, Nº 137, Buenos Aires, enero 2004, p. 31)
La manera más rápida y práctica de estar informado sobre todo lo que
acontece en nuestro país, el Paraguay, es visitar las páginas que la prensa
publica en Internet. Yo lo hago con asiduidad; los diarios que suelo consultar
son “ABC”, “Ultima Hora”y “La Nación”.
Al entrar en la edición digital de estos medios uno se encuentra con un
rubro que está de moda desde hace un tiempo: las encuestas; y cualquier lector,
si es que le interesa, puede responder por sí o por no, viendo inmediatamente
el resultado. Confieso que alguna que otra vez me enganché y participé de dicha
encuesta, pero la mayoría de las veces la paso por alto no sin antes ver qué se
les ocurrió preguntar.
Pero la última vez que revisé los diarios, después de mirar la pregunta
del día me detuve, por un instante, a pensar ¿de qué servía responder?, ¿es que
acaso con mi respuesta más la suma de los que respondieran podía ejercer alguna
presión para que algo cambie?
Entonces decidí indagar un poco más en el tema, toqué el punto donde
dice “Ver más encuestas” y encontré que el diario ya había realizado cerca de
cuatrocientas.
Al leerlas me doy cuenta que muchas de las preguntas tienen respuestas
bastante obvias, la mayoría, obteniendo así resultados aplastantes –por ejemplo
95% a 5%–; y en pocos casos encuentro que el porcentaje está repartido en forma
pareja.
Pero fíjense algunas de las preguntas que realizó el medio que visité,
en este caso la página web del diario Última Hora: “¿Cree Ud. correcto que los
empleados públicos usen los bienes del Estado en forma particular?” (No 95% Sí
5% –sí, corresponde a empleados públicos que usan los bienes–); “¿Cree Ud.
razonable que al senador Velázquez Ugarte se le deban pagar 600 millones de
guaraníes como salarios caídos?” (No 82% Sí 18% –sí, corresponde al senador,
familiares y acreedores de éste–); “¿Cree Ud. que los periodistas y dueños de
medios son culpables por perseguir y desacreditar sistemáticamente a los
parlamentarios?” (No 87% Sí 13% –sí, corresponde a desacreditados–); “¿Cree Ud.
que serán apartados definitivamente de sus puestos los aduaneros coimeros,
descubiertos recientemente?” (No 74% Sí 26% –no, corresponde al deseo de
aduaneros coimeros y gente mal pensada–); “¿Estás de acuerdo con que la
sociedad civil participe para la elección de miembros de la Corte?” (No 10% Sí
90% –no, corresponde a miembros de la Corte–); “¿Cree Ud. que en el Poder
Judicial están instalados verdaderos gánsters de nuestra justicia?” (No 8% Sí
92% –no, ídem anterior–); “¿Cree Ud. correcto que el Congreso deba desaforar a
los parlamentarios que practican el viejo vicio de compra y venta de votos?”
(No 5% Sí 95% –no, corresponde a parlamentarios que practican el viejo vicio–),
etcétera, etcétera. (Comentarios entre guiones del autor) Como pueden apreciar,
las respuestas a estos interrogantes y muchos más por el estilo, que no valen
la pena transcribir, son obvias.
Pero noten la contundencia de los guarismos en lo que atañe a los
legisladores; y éstos qué responden, ¿se habrán dado por aludidos?, ¿piensan
por un momento en tener en cuenta estas opiniones?, ¿trataron el tema de lo
desfavorable de estas encuestas en alguna sesión? Qué va, ellos están en otra
dimensión, la dimensión desconocida, a la que no le llega la opinión y los
problemas del hombre común. Entonces me doy cuenta que la duda que me planteé
era válida: realmente no vale la pena tomarse la más mínima molestia en
contestar las encuestas; primero porque los resultados, en general, están
cantados; y segundo, porque ninguno de los afectados les da, hablando en
criollo, pelota.
Pero en fin, muchas de las personas que visitan las páginas seguirán
respondiendo por sí o por no, pensando que tal vez su voto servirá para algo;
porque la gente es mansa y quiere creer; quiere creer en el sistema
democrático; creer que en algún momento las cosas mejorarán; creer que algún
día los gobernantes elegidos por el voto popular van a salir de la dimensión
desconocida, para bajar a la que conoce y vive el pueblo y gobernar para ellos;
creer en los reyes magos; creer que no se puede dejar de creer, etc.
Termino la nota con una pregunta del mismo diario que menciono más
arriba y otra que se me ocurrió a mí: ¿cree Ud. que el Gobierno cumplió
debidamente su labor en los primeros 100 días que completó ayer? Sí el 45%, No
el 55% –ganó el No, y eso que van sólo tres meses–; por último, ¿cree que a Ud.
las encuestas le sirven para algo?
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